Si queremos llegar a ser buenos jugadores de pádel, debemos tener muy presente que tan importante es la preparación física como la psicológica. Una buena preparación mental en pádel nos ayudará a mejorar nuestro juego y a disfrutar mucho más dentro de la pista.
Normalmente el aspecto psicológico se suele dejar un poco de lado en los entrenamientos de pádel, priorizando la parte física y técnico-táctica. Evidentemente, cuando empezamos tenemos que centrarnos en aprender las nociones básicas para jugar al pádel. Pero cuando ya le hemos cogido el tranquillo y jugamos con frecuencia no podemos descuidar la parte psicológica.
La preparación mental en pádel no es algo que solo tengan que tener en cuenta los jugadores profesionales. Todo jugador amateur tiene que saber gestionar la cabeza y las emociones en un partido. Es un aspecto clave.
Entre jugadores aficionados el nivel técnico suele ser similar, por eso es imprescindible desarrollar la capacidad psicológica para encarar el juego, plantear un partido, de manera que podamos convertirnos en mejores que nuestros rivales al margen de las cualidades puramente físicas o técnicas.
Para ello existen diversos ejercicios, trucos o rutinas que practicar y asumir para ir mejorando este aspecto y convertirnos en un jugador de pádel completo.
Cómo realizar la preparación psicológica en pádel
Una de las principales trabas que nos ponemos a nosotros mismos es la falta de confianza, pensar que no vas a ser capaz de vencer. Este pensamiento influye negativamente en nuestro juego. No puedes ir pensando que vas a perder.
– El grado de autoestima es básico para poder al menos disfrutar del partido. Hay que visualizarse de manera positiva y creer en nuestras posibilidades. Observar las debilidades de los rivales y apostar por nuestros puntos fuertes.
– La capacidad de concentración es clave. Cuando entramos en la pista debemos abstraernos de todo y estar pendientes solo del juego. Un buen jugador de pádel es aquel que consigue meterse en el partido de lleno sin pensar en nada más, ni en el marcador, ni si está tu chico o tu chica en el público, ni qué vas a hacer mañana al salir de trabajar…
También hay que evitar pensamientos como “vamos perdiendo igual que aquella vez…”, “no me sale nada bien, no vamos a remontar…”. Esto solo te hará ponerte más nervioso y que no las veas pasar de verdad.
– Piensa en cosas positivas que te den fuerza, ánimos. Incluso los jugadores de pádel profesional tienen sus pequeñas manías y rituales que repiten en la pista y les ayudan a concentrarse.
– Refuerzos positivos. Celebrar un punto metido con un “¡vamos!”, “¡sí señor!”, “¡bien hecho!, o frases de ese tipo, puede parecer una tontería pero nos van animando y subiendo nuestro nivel de autoestima y, así, notaremos que vamos jugando cada vez mejor.
– Compenetración con el compañero. Para formar una dupla ganadora es imprescindible la complicidad entre los compañeros de la pareja. Para eso es importante saber escoger bien a tu pareja de pádel. Hay que entrenar juntos la motivación y la manera de encarar un partido. Si los dos miembros de la pareja no tienen el mismo o similar nivel de concentración y entusiasmo, la cosa se complica.
Durante el partido hay que saber ayudar al compañero en sus momentos bajos y no reprocharle a gritos ni de malas maneras sus fallos si los comete. El análisis de vuestro juego tendrá que ser fuera de la pista, una vez terminado el partido. El autocontrol es otro de los pilares del entrenamiento psicológico en pádel.
– Pensar, pensar y pensar. Analizar la situación del partido entre juego y juego, no durante los mismos que solo debes concentrarte en jugar el punto. Observar al rival, anticiparse a sus jugadas, a su forma de colocarse en la pista, etc. Que no se te escape nada.
– Jugar con ganas, dándolo todo y luchando cada punto hasta al final sin darse por vencido. La desgana es la peor de las compañías. ¡Motivación a tope!
– Entrenar con intensidad y jugar cada vez más a menudo. La constancia y la regularidad son muy importantes para ir conociéndose mejor a uno mismo y poder mejorar en todos los aspectos, incluido el psicológico.
– Aprender de las experiencias y trucos de otros deportistas para desarrollar la capacidad psicológica a la hora de jugar.
Y vosotros ¿prestáis atención a la preparación mental en el pádel?