Todos conocemos la sensación tan molona de estrenar una pala de pádel. Estamos como un niño el día de Reyes, la llevamos con mucho cuidadito, la metemos en su funda, mochila o paletero con mimo, la limpiamos al terminar de jugar…
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Y toda esa delicadeza cuando la pala aun huele a nuevo se nota en la pista, arriesgamos menos porque pensar en el más leve roce que se pueda hacer en un mal golpe nos duele más que una tendinitis :P
No todo el mundo se lo toma de la misma manera, hay gente más despreocupada. Pero estaremos de acuerdo en que la pala es nuestra principal arma en la pista y es un material en el que invertimos un dinero importante y cuanto más nos dure en mejores condiciones mejor ¿no?
Pero esto, tanto los rozaduras y arañazos que pueda sufrir la pala como la tensión de estar más pendiente de que no le pase nada y no estar a lo que hay que estar que es el partido, se puede remediar si le ponemos un protector.
Y es que no es una decisión tan simple, porque la incorporación de un protector en la pala conlleva una serie de cambios y no solo a nivel estético, sino de algo tan fundamental como el peso, por ejemplo. De ahí que haya padeleros a los que les guste y otros que prefieran no ponerlo.
Hay que tener en cuenta que los protectores de palas de pádel rondan los 8 gramos de peso. Peso que le añadimos a la pala y, por tanto, subimos su balance. Si además la pala ya tiene un balance elevado podemos llegar a un punto en el que no la controlemos bien, pero todo depende del tipo de juego que tengamos.
Si lo que nos gusta es la potencia no tendremos demasiado problema. Pero antes de nada hay que saber que esto ocurre para no llevarnos después una sorpresa cuando ya tenemos el protector puesto.
Tipos de protectores de palas de pádel
Existen distintos tipos de protectores de palas de pádel, por los materiales por los que están compuestos, por cómo hay que incorporarlos a la pala y cómo hay que quitarlos, por cómo responden a rozaduras o golpes, etc.
– Protector aislante. Es el más común y el que más padeleros utilizan. Están compuestos por adhesivos opacos con plásticos, cintas… Pueden ser troquelados (mejores para evitar burbujas al pegarlos a la pala) o no troquelados. Son menos resistentes que otros, aguantan roces pero se estropean antes.
– Protector de pala transparente. Es muy similar al anterior pero al ser transparente mantiene el diseño de la pala. El mayor inconveniente de este tipo de protector es que con cambios de temperatura de frio a calor y viceversa se adhiere muy fuerte a la pala y ya es casi imposible quitarlo sin que te lleves la pintura con él.
– Protector incorporado en la pala. Muchas marcas de pádel como Varlion, Vairo, Bullpadel o Adidas ofrecen modelos de palas que ya llevan incorporado el protector. A nivel de diseño y peso está totalmente estudiado.
Lo interesante de ver aquí es cómo van anclados a la pala, ya que con tornillos son menos recomendables porque hay mayor riesgo de que se pueda quebrar el marco en un golpe frente a los que llevan tornillos de plástico pegados al marco que son mejores.
– Protector para pala de pádel de carbono. Son los más modernos y los que posiblemente mejor resultado nos dan, aunque tan solo sea porque podemos evitar lo de fastidiar la pintura de la pala si algún día tenemos que cambiarlo. También porque están fabricados con carbono que es un material muy ligero y resistente.
Cómo cambiar el protector de tu pala
Como hemos visto que uno de los principales problemas cuando queremos o necesitamos cambiar el protector de la pala es que esté tan pegado que deterioremos la pintura al quitarlo, os decimos cómo se puede hacer bien para evitarlo.
Lo mejor es utilizar un secador y vamos calentando el protector pegado, veremos que así es más sencillo ir despegándolo. Una vez quitado del todo con alcohol podemos limpiar los restos de pegamento que se hayan quedado.
Después, para poner un nuevo protector a la pala de pádel, calentamos el protector (con el secador) y vamos pegándolo con mucho cuidado para que quede bien colocado y sobre todo sin burbujas.
¿Y vosotros qué decís?, protector de palas ¿sí o no?
