Se acabó la Navidad, ya hemos hecho nuestros regalitos, tenemos nuestros objetivos de pádel para este año y volvemos todo al día a día. Seguro que muchos de vosotros no cogéis una pala desde antes de las fiestas, o habréis jugado poco estos 20 días. Demasiado turrón que comer como para preocuparse de mejorar el saque de pádel o cualquier otra cosa que no sea vaciar el champán.
Exactamente lo mismo me ha pasado a mi, a ver si pensáis que estoy todo el día en la pista en plan enganchado… Así que para recuperar la forma que tenía antes (que no era precisamente la de Fernando Belasteguin, pero que no estaba mal) me he preparado una especie de miniplan para ponerme a tono rápidamente y no deambular durante los partidos.
Échale un vistazo que se seguro que te ayuda, así evitamos ser durante mucho tiempo el típico compañero al que le tiran todas las bolas sin parar… por ser el más malo.
Volver a una alimentación decente.
Toca sustituir los polvorones por los plátanos y el roscón por las acelgas. La alimentación en el pádel es algo importante, como en la práctica de cualquier deporte. Por eso, lo primero que he impuesto es la vuelta a una dieta sana, sin pasarme con las grasas o el azúcar.
Ojo, esto no significa dejar de comer (aunque es verdad que nunca he tenido problemas de sobrepeso), sino aumentar la comida sana con respecto a estas dos semanas de comer todo lo que tenía buena pinta.
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Retomar el running.
Esto siempre viene bien. Aunque el jugar al pádel implique un desgaste físico concreto, y una preparación diferente que al del running, salir a correr un par de días a la semana ayuda a empezar a coger la forma, expulsar el cordero y a volver a retomar el ‘aire deportivo’ que estaba aparcado.
Además, esto ayuda a recuperar el ritmo de las piernas, sobre todo si está bien coordinado con estiramientos y ejercicios específicos para fortalecer las piernas. Tampoco es cuestión de volverse loco, pero un par de mañanas para tomar el aire viene bien ;)
Partidos de bajo nivel.
Otra buena idea para ir cogiendo ritmo. Además de la forma física, toca volver a coger la pala y recuperar un poco el ambiente padelero. Para eso, es interesante quedar con algún amigo que esté empezando o que no vaya a exigirme mucho para echar unas bolas.
Un par de horas jugando con una pareja de nivel inferior (aquí puedes ver cuál es tu nivel de pádel) nos ayuda a retomar el ritmo de manera progresiva. Porque no te engañes: si juegas con ‘los de siempre’, te vas a picar y lucharás al máximo para ganar. Con echar un par de partidos más light es suficiente para coger ritmo y darle caña de nuevo a tope.
¿Algunas clases?
Es algo que también me estoy planteando: aprovechar este inicio de nuevo año y el pequeño parón para dar un puñado de clases de pádel, algo que tiene cosas buenas y malas, pero que puede venirme bien. Aún no sé si me animaré, pero lo comparto por si a alguien le parece una manera interesante para volver a meterse en una pista.
Y tú, ¿Has vuelto ya a coger la pala?