El pádel es un deporte de pareja. Nada como ese dos contra dos, subiendo de la red y volviendo para sacarla de la esquina. Esa sensación de tener una pelota mueta a mitad de pista, y dos campos en los que machacar… pocas cosas hay mejor que eso para los padeleros.
Sin embargo, en algunos sitios hay también pistas individuales de pádel, de menor tamaño y donde también puedes echar partidos sin pareja.